Habla mi amado y me dice:

“Levántate amada mía, hermosa mía y ven conmigo.

Mira, ha pasado el invierno, las lluvias cesaron, se han ido. La tierra se cubre de flores, llega la estación de las canciones, ya se oye el arrullo de la tórtola por toda nuestra tierra.

Cantares 2, 10-12

El libro del Cantar de los Cantares es un libro de poesía, de cantos de amor, que como dice el Papa Benedicto XVI describen en el fondo la relación de Dios con el hombre y del hombre con Dios.

Hablan del profundo amor que Dios tiene por cada uno de nosotros, nos busca, nos desea, quiere que estemos cerca de Él y desea que nos unamos a Él.

De hecho, es Dios el que más ama nuestra alma, quien la ve tal cual es y la ama. Y amar nuestra alma no es solo amar un espíritu, es amarnos completamente. Amar toda nuestra persona, alma y cuerpo.

A cada uno de nosotros Dios nos dice Levántate amada mía, ven conmigo. Levántate alma amada por Dios y ve con Él. Es su presencia, el caminar con Él que calma las tormentas de nuestra vida, hace que pase el invierno y florezca nuestra alma.

¿Estás pasando por alguna tormenta en tu vida? Afina tu oído y escucha la voz de tu pastor, de aquel quien mas te ama y te dice levántate, amada mía, ven conmigo. Ve con toda la confianza, acércate a Él sin pena, no te llama para enjuiciarte sino para iluminar tu vida con su presencia. La vida donde florecerás solo se encuentra a su lado.

No es por tus méritos, sino por misericordia de Dios que te llama a estar a su lado, de pie. No temas dejar tu estado de pecado, miedo, inseguridad o comodidad para florecer junto a Dios.

Te invitamos a orar con este texto bíblico, puedes empezar a leer desde el capítulo 1 del Cantar de los Cantares, es muy corto. Detente y subraya las palabras o frases que más te llamen la atención, es de mucha ayuda escribirlas en tu Diario espiritual junto con lo que te haga sentir el texto, lo que quieras decirle o preguntarle a Dios, lo que ilumine de tu vida actual y lo que escuches en tu corazón.

Te compartimos algunas preguntas para tu reflexión y una oración que pueden servirte de guía, pero recuerda que en la oración somos ¡muy libres!

Preguntas para tu reflexión

• ¿Escucho la voz de Dios?
• ¿Me reconozco amada de Cristo?
• ¿Cristo es realmente mi amado?
• ¿Me siento dormida y lejos de Dios?
• ¿De dónde debo levantarme?
• ¿Qué situación vivo como invierno en mi vida, árida, fría, sin florecer?

Oración

Señor Jesús

Hoy decido ir contigo. Ya no quiero sentirme dormida y lejos de ti. Quiero vivir mi vida en tu presencia, con tu compañía.

Permíteme escuchar tu dulce voz y que tu Palabra me despierte y vigorice.

Espíritu Santo, ayúdame a identificar la forma concreta y dame la fuerza para despertar, levantarme e ir hacia mi Amado.

Virgen María, tú que supiste estar siempre despierta y cerca de Cristo intercede por mí.

Amén

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