El Ángel entró en el lugar donde estaba María y le dijo: Alégrate, favorecida de Dios, el Señor está contigo
Lucas 1, 28
El saludo del Ángel Gabriel abrió paso para darle a María una gran noticia. Ella sería un gran instrumento de Dios al concebir en su vientre a nuestro salvador, Jesús.
Al leer este pasaje, me imagino que María debió tener muchas preguntas, tal vez pensaba qué pasaría, si era lo correcto, que debía hacer, etc. Sin embargo, ella le creyó a Dios con todo su ser, ella se alegró con esta noticia y dejó que Su voluntad se hiciera posible en ella.
Personalmente, me doy cuenta que Dios me dice que vea más allá de mis preocupaciones, dolencias, crisis económicas, fracasos o relaciones rotas, a fin de cuentas mucho de esto es para crecer en cada área de mi vida. Dios me pide ver que él está conmigo, que está presente en mi vida y eso ya es fuente de alegría. Él cada día le da una luz diferente a todo lo que veo, siento y hago.
Hoy te invito que como María, nos alegremos porque Dios está con nosotros. Y si te cuesta un poco ver la presencia de Dios en tu vida, te recomiendo estas 3 maneras de hacerlo:
- Haz un recuento de las bendiciones que has tenido hoy desde que has despertado por la mañana y verás cómo Él esta muy cerca de ti, cómo te acompaña y se ocupa de tus necesidades.
- Agradece a Dios por todo lo que te da y te permite vivir
- Permite que tu corazón se llene de alegría, no tengas miedo de disfrutar y sentirte merecedor de la presencia de Dios y sus bendiciones.
Oración
Señor Jesús, abre mi ojos y hazme consciente para ver las bendiciones que hoy me regalas. Gracias por estar presente en mi vida, por amarme de una forma tan maravillosa y dar tu vida para que yo pudiera vivir en abundancia. Que mi corazón siempre permanezca alegre por tu presencia. Amén.